También conocido como Cannabidiol, el CBD es una de las moléculas que se encuentran en la planta de cannabis. La locura por este cannabinoide ha sido muy fuerte en Estados Unidos desde el auge económico del cannabis terapéutico. Las diversas campañas de legalización han puesto al CBD en primer plano.
Crucemos ahora el Atlántico: en Europa, esta moda está conquistando poco a poco a los consumidores, así como al resto de la población, por lo que se dice que es una forma de consumo mucho más ligera que el THC.
El CBD no es psicoactivo, razón por la cual ha sido retirado de la lista de estupefacientes por la Comisión Europea. Esta molécula simplemente ha sacudido el mundo al encontrarse en el centro de la investigación. El potencial del CBD como medicamento se está explorando y validando cada vez más en todo el mundo.
Para comprender mejor la historia del CBD, tenemos que remontarnos unos cuantos milenios atrás para recordar algunos hechos históricos sobre la planta de cannabis, también conocida como cáñamo.
La planta de cannabis se ha utilizado en muchos campos desde la antigüedad y se cultiva en todo el mundo. Se pueden encontrar rastros de ella en China desde el año 2300 a.C., y también en la India. Las pruebas arqueológicas demuestran incluso que la planta se utilizaba en ceremonias y ritos espirituales 10.000 años antes de Cristo. Crece en regiones cálidas y húmedas, pero también en zonas montañosas. La planta de cannabis se utilizaba con fines medicinales, para fabricar cuerdas y ropa, e incluso formaba parte de dietas: el uso de esta planta era entonces completo.
Hoy en día, asistimos a un cierto grado de prohibición, mientras que en el pasado esta planta ocupaba el lugar que le correspondía en la sociedad. Pero, ¿cambiarán las cosas con la actual moda del CBD?